jueves, 29 de octubre de 2009

Heinze vuelve a París con el Marsella pero con la misma garra
El defensa argentino del Marsella Gabriel Heinze, que se dio a conocer en el fútbol francés en su larga estancia en el París Saint Germain, que lo propulsó hacia los mejores clubes de Europa, será el domingo uno de los grandes reclamos del Marsella-PSG en la liga gala.
Aunque los defensores rara vez se convierten en ídolos en la capital francesa, el público del Parque de los Príncipes lo adoptó como a su preferido cuando jugó en el PSG entre 2001 y 2004.
Como los estetas del balón siempre necesitan guardaespaldas, 'Gabi' Heinze fue el hombre providencial al servicio de Ronaldinho, 'Jay Hay' Okocha, Pedro Pauleta o Nicolas Anelka. Un defensa sin igual que no ahorraba esfuerzos para ganarse una reputación de duro de turno.
Antes de irse al Manchester United, el argentino encontró en París lo que había ido a buscar, como tantos otros compatriotas suyos tan futbolistas como inmigrantes: un trampolín hacia la gloria.
El ex jugador de los Newell's Old Boys, club de Rosario, había aterrizado en Europa en la Liga española, en las filas del Valladolid. Allí fue donde Luis Fernández, entonces entrenador del París Saint Germain pero siempre apegado a sus raíces españolas, lo descubrió.
"Únicamente nos fijamos en él. Y tengo que decir que figura en el Top 10 de los jugadores que he entrenado. No teme a nadie, no renuncia nunca. Es como una bateria eléctrica, siempre al 200%", recuerda hoy Fernández.
Tres temporadas después, ganaba con el Manchester United el trofeo que el PSG había dejado escapar por 3 puntos en 2004: el de campeón liguero.
Pero París le permitió otro honor, el de enfundarse la remera de la selección argentina. Entre otras cosas, por eso dejó el Parque de los Príncipes afirmando que llevaría siempre en su corazón a ese club.
Y hoy se encuentra frente a frente con él pero vistiendo los colores de su enterno rival, el Olympique de Marsella. "Estoy convencido de que los hinchas parisinos lo entenderán. Luego seré yo quien tenga que lograr que me acepten", declaraba a finales de julio tras pasar dos temporadas en el Real Madrid.
A Heinze le ha convencido en cualquier caso "el proyecto deportivo" del Marsella aunque el PSG también intentara en vano volver a hacerse con él. A sus 31 años, Heinze tampoco fue insensible al enorme salario que le propuso el Olympique.
Sin ser un jugador brillante, pero siempre con el mismo empuje, hasta ahora su balance es honesto. A imagen del de un equipo en reconstrucción, cuyo entrenador Didier Deschamps, después de haberlo instalado en el centro lo reposiciona en la izquierda, dependiendo del estado de sus jugadores.
Heinze comenzó bien por la banda el miércoles en Liga de Campeones en Zúrich, con todo un golazo al recuperar una volea y varias intervenciones acertadas. Menos rápido que Taye Taiwo, Heinze podría tener pronto competencia por parte del nigeriano en esa banda izquierda.

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